viernes, 26 de julio de 2013

El "FIN"

Y aquí comienza la última entrada a este blog, en el cual expresaré una reflexión sobre todo lo que fue este ramo y lo vivido en él. Comenzamos en marzo, lleno de expectativas e incertidumbres de cómo sería, no solo este ramo, sino esta nueva etapa de nuestras vidas que es entrar a la universidad, por lo que las expectativas y dudas eran mayores.
 Desde la primera clase pude darme cuenta de que este ramo sería para desarrollarme personalmente, ya que iban a hacer instantes para detenerme y pensar en mí, en cosas que uno no piensa todos los días porque estamos inmersos en una vida muy agitada, que va muy rápido y que si no te adecuas te quedas atrás.
 Por otro lado, pude desarrollar una parte creativa de mi, y que me di cuenta que serviría para mis futuro y que me ayudarían a ser una mejor terapeuta. 

 Pude perder la vergüenza frente a mis compañeros cuando nos pusimos a mover sin sentido alguno, gritar lo que primero nos naciera y hasta tocar instrumentos que nunca antes en la vida había tomado. Hacer mucho ruido para después juntarnos en pequeños grupos para crear una melodía en común, improvisando muchos en cómo se toca ese instrumento.
 Mis compañeros lograron sacarme lágrimas con sus testimonios, hablando de sus más íntimas cosas y dándome la oportunidad de conocerlos de una manera distinta.
 Yo me solté y lloré frente a personas que hace tan poco vengo conociendo, pero que pudieron generar un ambiente tan bueno, lleno de respeto y confianza que no me importó que me vieran en uno de mis lados más “débil”.
 Pude estrechar más los lazos con mis amigas, estuvimos en un ambiente distinto al de las clases y compartimos cosas que sin este ramo tal vez no hubiera compartido.
 Igual es nostálgico cerrar este ciclo, pero se que viene otro, lo que me emociona, porque podré descubrir muchas más cosas de las que he descubierto ya estos meses.
 Lo que más rescato de este ramo es que sale de lo común de los otros, estar sentados con un cuaderno y un lápiz no es lo que se vive aquí. No por eso es un ramo relajado que uno no hace nada, sino que trabaja destrezas distintas que son igual de importantes que saber todos los otras materias que tenemos. Además de aprender a vivir el día a día, de preguntarnos todos los días cosas tan simples como qué persona es muy importante para mi, qué fortalezas y debilidades tengo, cosas que uno debiese preguntarse más de una vez al año.
 Hoy puedo decir que después de 5 meses, hoy soy un poco más terapeuta.

Agregar también una frase del poema de Pablo Neruda “QuedaProhibido”, que recordé después de esta reflexión final:
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
Queda prohibido no buscar tu felicidad
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Regalandonos!!!

Si bien, esta no fue una clase clase, sino que un instante extra programático con el grupo que varias entradas atrás había nombrado. Hasta que finalmente llegó el día en que pudimos compartir ese trabajo realizado y que tanto se había aplazado. Todo comenzó con el “Proceso Creativo”,  eso sí era toda la parte teórica  y hoy pudimos concretar la parte final. En clases anteriores habíamos escogido el concepto de AUTOCONOCIMIENTO, por lo que por lo menos de mi parte, llegue a lograr una gran reflexión sobre la palabra y así fue como lo expresé en el informe del trabajo creativo. 
 Nos juntamos en un parque, todos juntos, algunos venían de dar examen por lo que los ánimos estaban un poco cansados, pero sin embargo pudimos hacer sin problemas la actividad.
 Comenzamos con una conversación común y corriente y luego procedimos a la “ceremonia” de entrega de regalos… Se trataba de que cada uno dijera  una pequeña explicación del  regalo, diciendo por qué lo escogió y el significado que tenían los detalles de ellos. Fue muy emocionante ver la dedicación y entrega que le pusieron a cada uno de los objetos, se notaba que estaban hechos a mano. Claramente pude notar que todos tenían más de actitudes artísticas que yo, porque los regalos que recibí eran realmente bonitos con unos detalles muy buenos.  Dentro de los regalos que recibí, hubo algunos que me llamaron mucho la atención ya que venían de personas que no comparto tanto tiempo en la universidad con ellos porque no son parte de mi grupo de amigos, por lo que no nos conocemos tanto. Por ejemplo es el regalo de Marcela, que me dio una flor de loto las que había visto antes pero que no sabía su significado que, por lo que dijo ella, irradia alegría y hasta pueden purificar un estanque de barro. También el regalo de Javiera, con quien si tenemos una relación más cercana y con unas simples palabras pudo describir perfectamente el regalo y su significado. El regalo era muy simple una bolsa de color con piedritas adentro, junto con una cruz y lo que agregó: ambas sabemos lo importante que es eso.

El grupo
 Hablando de mis regalos, a mi me costó empezar con todo esto, ya que sentí que la palabra autoconocimiento abarcaba cosas muy amplias, por lo que quise trabajarlo todo desde una pregunta: ¿cómo me conozco? Y es así como fue que inspire mis regalos. La verdad fueron muy simples, e hice un “tipo” de regalos para todos, era un libro en donde se escribía la historia de cada uno y cómo a través de eso te vas conociendo a ti mismo. De acuerdo a lo que había hablado entre nosotros y como nos conocimos un poquito, cada libro estaba personalizado con las cosas características que habían comentado. Eran cosas súper simples, como color favorito o estación del año que más te guste, pero que de alguna forma representaban parte de ti. Finalmente todos los libros tenían unas hojas en blanco para que esa historia se siga escribiendo y se puedan seguir autoconociendo. 

Reencuentro...

Después de varias semanas en las cuales no nos habíamos encontrado debido a que la facultad estaba movilizada, hoy 18 de Julio, nos volvimos a juntar para poder terminar las clases de drama en donde el grupo tres, el cual faltaba, pudo presentar lo que a ellos les faltaba.
 Esta actividad trataba sobre una persona especial en sus vidas y tenían que hablar de ella. Para eso la idea era que trajeran una foto de esa persona de manera “concreta” y también se proyectaba para que todos la podamos ver.
Foto de la Dani
 Tal como las otras clases que hemos tenido de drama, el ambiente que se generó fue de respeto, en silencio y ellos estaba adelante y todos en medio círculo mirándolos a ellos. Personalmente yo viví esta clase en un contexto de relativo estrés, ya que estamos en todas las pruebas y evaluaciones “post-paro”, en donde la hay que ocupar lo que más se pueda los tiempos para alcanzar a recuperar las horas de clases, por lo tanto justo esa semana estábamos con muchas cosas. Aunque al comienzo me costó ponerme en contacto con la clase, concentrarme y ponerme en sintonía con lo que ocurriría en los próximos minutos.
Foto de la Feña
 Bueno, las palabras de mis compañeros me llegaron bastante, ya que es súper profundo y fuerte presentar a alguien frente a tus compañeros, distinto a un objeto o símbolo ya que puede llegar a ser mucho más emocional y de piel. Entonces uno como espectador se puede imaginar más concretamente lo que ellos cuentan, por lo que todo se vuelve más emocional. La mayoría de mis compañeros habló sobre sus hermanos, padres o abuelos, por lo que las historias que se dieron fueron muy familiares por lo que también se llegó a algo más íntimo de las historias de mis compañeros y pude conocerlos más. Son facetas que como he dicho antes no se ven diariamente, por lo que a veces sorprenden. Escuchar hablar de personas que son sus ejemplos, compañeros importantísimos de sus vidas, individuos que son tanto para ellos que son como son gracias a esas personas. Verlos emocionarse hasta las lágrimas por ellos llegó harto, compañeros que nunca los imaginé llorando, que hasta a mi me llegó a emocionar.
  Las historias eran muy distintas, cada uno viene de un lugar distinto de Chile, lugares tan pequeños como grandes ciudades, por lo que cada historia y persona era muy distinta de la otra. Quizás se habló de gente que ya no estaba, pero cómo podían seguir influyendo en la vida de mis compañeros y lo seguirán haciendo.
 Nuevamente pude vivir una experiencia distinta, y hacer una pequeña pausa para mirar de otra manera a la gente que veo todos los días, pero que últimamente no habíamos tenido esta oportunidad. Además de un cierre con todo el curso del ramo, pero queda otra parte que la de la entrega de los regalos creativos que será el verdadero cierre que tendré. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Más de nosotros

Hoy día me tocó a mí. Estuve pensando toda la semana en cual era ese objeto tan especial, el cual nunca pudiese despegarme de él. Antes de que la clase se hiciera ya me gustó, ya que me hizo revivir momentos que hace tiempo no miraba. En mi pieza tengo una caja llena de recuerdos y objetos que en algún momento de mi vida fueron especiales para mí, por ejemplo vi una cantidad enorme de cartas hechas por mis amigas y amigos a lo largo de los años, encontré dibujos de cuando tenía 5 años, todo esto pensando en que en algún lugar de esa enorme caja encontraría ese objeto. Estuve alrededor de dos horas recordando, leyendo y compartiendo con mis amigas esos momentos tan antiguo que teníamos enterrados en nuestra memoria. Mi objeto no se encontraba en esa caja, sino que estaba a simple vista, en un mueble de mi pieza.
 Llegue a la clase con una cruz de la congregación de los Sagrados Corazones, muy sencilla, chiquitita y de madera. Ese simple objeto representaría muchas cosas, quería encontrar algo que juntara a mi familia y amigos, ya que no podía separarlos y llevar algo que representara solo alguna de esas dos partes importantes de mi vida. Y la cruz representaba a Jesús, quién junta esos dos aspectos de mi vida. Respecto a eso pude crear una reflexión que nunca creí que me llegaría tanto que hasta lloraría enfrente de todos los de mi curso. Fui la penúltima en hablar, por lo tanto ya había escuchado a prácticamente todos mis compañeros, había llorado junto a ellos y pensé mucho en lo que iba a decir. Las emociones salieron a la luz al igual que la semana pasada, pero para mi fue más intenso aún, ya que estaba metida en el grupo que estaba presentando, entonces se sentían las emociones de una manera distinta Javi, mi amiga desde el primer día. Y también pude recibir su objeto, lo que me hizo sentir importante, depositando algo tan íntimo en mí.
, ya que estábamos sentados en un círculo al centro de la sala. Luego de que cada uno hablaba de su objeto, éste se lo teníamos que regalar SIMBÓLICAMENTE a alguno de nuestros compañeros que estaban sentados en el círculo. Una impresión para todos, porque teníamos que entregar un objeto tan tan especial para nosotros lo tuviéramos que entregar, claramente un ejercicio que no sería fácil. Además no es sólo dar algo material, sino algo que lleva historia, entonces había que tenerle confianza a esa persona. Yo elegí a la

 Una vez más pude sentir que el curso cambiaría un poco más después de esto, porque ahora conocimos algo más de otros compañeros. A la vez pude crecer yo misma y descubrir que era más sensible de lo que pensaba, ya que no esperaba emocionarme como lo hice en la clase. Fue una clase que me dejo con las emociones revueltas todo el día, en donde al igual que la clase anterior, me dejó pensando más allá de la actividad.
Javi y yo !!!

Un poco de nosotros

La clase de hoy fue muy especial. El día antes de la clase la profesora Erna nos mandó un mail diciéndonos que debíamos dividir el curso en tres grupos, nadie sabía para qué, además que nos dijo que los del primer grupo tenían que llevar mucho, mucho diario. Yo sería parte del grupo número 2.
Trabajando
 Realmente lo que pasó este 23 de mayo fue algo que jamás pensé vivir con personas que sólo conozcohace 2 meses, personas las cuales nunca antes en mi vida había visto, que llegamos todos juntos un día, con una sola cosa en común (hasta ese momento), querer ser un Terapeuta Ocupacional. La actividad consistía en que solo utilizando diario y scotch debían hacer un objeto que representara a alguna persona que sea muy importante para ellos, alguien que dijeran que gracias a ella son lo que son hoy. Y así tenían 20 minutos para hacerlo. Lo que más pensaba en ese momento era, quién era esa persona para mí, no podría elegir una sola persona ¿Mi mamá? ¿Mi papá? ¿Mi hermana? ¿Mi abuela? Muchas personas se me venían a la mente, y decía que no me imaginaba en la situación de mis compañeros en que en solo 20 minutos tenían que escoger a una persona.

 Llegó el momento de presentar, pero antes de eso fotografiamos a mis compañeros con sus objetos, y mi mente trabajaba pensando a quien representaba a ese objeto, ¿sería su papá? ¿su abuelo? Bueno no sabía.
 Nos dispusimos a escuchar a nuestros compañeros, ellos sentados al centro y todos los otros alrededor. Claramente, como dije antes, nunca me imaginé que personas que hace dos meses si las veía caminando por la calle al lado mío eran una más de las miles que uno ve diariamente, y que hoy ya son parte de mi vida, en donde les tengo un cariño muy especial. Lo que se conversó en esa clase, para mí, marca un antes y un después en el cariño que le tengo al curso. Primero que nada el hecho de que mis compañeros compartan un poco de sus vidas frente a todos es muy importante, pero más aún que esa pequeña parte sea una de las más importantes de sus vidas. Menos me esperaba que si uno llorara, muchos lloráramos con él, tratando de sentir lo que el sentía. Simplemente, una experiencia única.
 Toda esta actividad me hizo pensar mucho, partiendo de que nuevamente me cuestioné lo de la primera clase, el hecho de detenerme en la agitada vida y pensar cosas. También pensé en mi nuevo curso, y todo el camino que me queda con ellos. Recién estamos en el primer semestre del primer año, y ni me puedo llegar a imaginar lo que se viene en los próximos cuatro años y medio.


 Finalmente decir que hoy crecí un poco más, personalmente pude hacer unas reflexiones que no se hacen todos los días, también crecimos como curso, como grupo humano y todo para crecer 
como futuros Terapeutas Ocupacionales.

domingo, 26 de mayo de 2013

Improvisando!


Hoy día fue la continuación del tema de la clase anterior que era el movimiento creativo. Nuevamente debíamos traer ropa cómoda, pero esta vez la profesora Erna nos dijo que teníamos que traer nuestras máscaras las que habíamos hecho hace dos semanas. Nuevamente no sabíamos que haríamos en la clase.
Antes de empezar con el movimiento mismo, llenamos un papel en donde nos evaluábamos características de nosotros mismo, luego de eso nos dividimos en 9 grupos, en los cuales debíamos elegir un concepto para representar luego en un trabajo, nosotros elegimos el concepto de “AUTOCONOCIMIENTO”.
Grupo de trabajo de "autoconociemiento"
Con las máscaras










Luego de eso, empezamos a hacer el mismo ejercicio de la semana pasada, la marcha. Caminamos sin rumbo por adentro de la sala, a distintos ritmos, escuchando nuestros pasos. Cuando nos detuvimos la profesora Erna nos empezó a hacer distintos tipos de movimientos, y nosotros teníamos que imitarla. La
clase pasada habíamos hecho algo parecido cuando hicimos una serie de movimientos con los brazos y manos. Pero esta vez ocupamos todo nuestro cuerpo para movernos. Primero dejábamos caer nuestro tronco, mover nuestras manos, después las piernas, para luego mover el cuerpo entero. Al principio tenía vergüenza, ya que uno piensa que los movimientos son ridículos, y que tú harás el ridículo, pero me fui dando cuenta que no era así, que hacer ese tipo de movimientos hacían que me sintiera un poco más libre, más relajada y al final daba lo mismo si hacías el ridículo o no, sino que lo que importaba era el cómo yo me estaba sintiendo gracias a esos movimientos.
MOVIÉNDONOS
 Luego el curso se dividió, un grupo se fue a trabajar los movimientos con las máscaras y otro grupo se quedó adentro de la sala improvisando. Yo estuve en el segundo grupo, los que nos quedamos adentro de la sala nos dividimos en dos. Lo que teníamos que hacer era improvisar. La profesora nos iba a poner música, y tenían que ir saliendo de dos en dos, primero improvisando cualquier tipo de movimiento que sintiéramos se quedaban “congelados” y luego salían otros dos, que improvisaban y luego debían “descongelar” a los otros y hacer una improvisación todos juntos, para luego quedar “congelados” nuevamente, y así sucesivamente hasta terminar todos improvisando y nos movimos haciendo cualquier ruido que se nos ocurriese. Fue un momento muy especial, yo nunca había hecho ningún tipo de improvisación porque soy tímida y más vergonzosa, por lo que esta vez me lo planteé como un desafío. Al final, no importaba cómo te movías, ni cuál fuera el “ridículo” que estabas haciendo, sino el cómo era que estabas sintiendo esos movimientos, como te dejabas llevar por tu cuerpo. Luego nos juntamos y el grupo de las máscaras hizo una representación en donde se utilizaban las máscaras y los movimientos. Y nosotros les presentamos a ellos una improvisación.
MOVIÉNDONOS
Para finalizar hicimos un trabajo de relajación, en donde un grupo de compañeras iban haciendo distintos tipos de sonidos, mientras todos estábamos acostados en el suelo. Fue una muy buena manera de terminar la clase.




Movimiento Creativo


La clase de hoy  fue totalmente distinta a todas las otras clases que hemos tenido en el año. Se trataba de hacer movimiento creativo. Al principio pensé que iban a poner música y teníamos que bailar, pero hacer movimiento iba a ir más allá de eso.
Ansiedad de la clase
La profesora la semana anterior nos había dicho que debíamos venir con ropa cómoda, la cual se pueda ensuciar ya que nos podríamos tirar al suelo. La ansiedad se notaba en todo el curso, ya que estábamos en una dinámica de clases muy distinta  a la que vivimos todos los días en las salas al estar sentados con un cuaderno y tus lápices, escuchando al profesor y tomando apuntes. El ruido que había al comienzo era harto, por lo que la profesora Erna más de una vez nos tuvo que hacer callar y explicarnos que estas instancias eran para vivirlas de la mejor manera, por lo que se necesitaba del silencio para poder conectar con las cosas que haríamos. Esto lo pude comprobar cuando nos pusimos en fila, cerramos los ojos y pusimos nuestras manos en los hombros de nuestro compañero de enfrente, y empezamos a dar pequeños golpecitos, luego en su cabeza y después en la espalda, estábamos todos en silencio por lo que lo único que se escuchaba era el ruido de todas las manos dando golpes despacito al mismo tiempo, al mismo ritmo, luego íbamos un poco más rápido, un poco más fuerte. Fue un momento muy interesante, en donde el silencio de nosotros nos hizo sentir solo el sonido de las manos golpeando unos hombros.
 Hacer el ejercicio de mirarse a los ojos
Con nuestra ropa cómoda

es algo que uno no hace a menudo, que a más de una persona le cuesta detenerse, y no nos damos cuenta de cuánto nos pueden decir de alguien. Lo que hicimos fue saludarnos, algo tan cotidiano y normal para nosotros, esta vez teníamos que caminar sin rumbo y saludar a nuestros propios compañeros de distintas formar, pero lo más importante mirándonos a los ojos. Mucha risa nos sacó este ejercicio, por una parte chocábamos entre nosotros al movernos por la sala y saludarnos de distintas formas como tocándonos las orejas, apretándonos las mejillas, agarrándonos los hombros, etc, nos pareció chistoso, pero simplemente porque era algo distinto, que por lo menos yo nunca había hecho. En ese rato pude mirarle la cara a todos mis compañeros, algo que en la práctica de nuestra profesión debemos realizar, hacer el gesto de saludar, detenernos a mirar su cara a quién atendamos y sobre todo mirarlo a los ojos.
La clase siguió, nos movimos de distintas formas, y pudimos experimentar eso de movimiento creativo. Finalmente nos dividimos en grupos, nos sentamos en círculo y lo que teníamos que hacer era simplemente tocar una mano de los compañeros que tenía al lado mío. Cerramos los ojos, y simplemente sentimos. Increíble lo que eso puede provocar, la concentración que tienes que tener para sentir y transmitir energías hacía quienes tienes al lado.
Esta clase pude ver con los ojos cerrados, me detuve y pude sentir cosas tan simples del día a día.