viernes, 26 de julio de 2013

Reencuentro...

Después de varias semanas en las cuales no nos habíamos encontrado debido a que la facultad estaba movilizada, hoy 18 de Julio, nos volvimos a juntar para poder terminar las clases de drama en donde el grupo tres, el cual faltaba, pudo presentar lo que a ellos les faltaba.
 Esta actividad trataba sobre una persona especial en sus vidas y tenían que hablar de ella. Para eso la idea era que trajeran una foto de esa persona de manera “concreta” y también se proyectaba para que todos la podamos ver.
Foto de la Dani
 Tal como las otras clases que hemos tenido de drama, el ambiente que se generó fue de respeto, en silencio y ellos estaba adelante y todos en medio círculo mirándolos a ellos. Personalmente yo viví esta clase en un contexto de relativo estrés, ya que estamos en todas las pruebas y evaluaciones “post-paro”, en donde la hay que ocupar lo que más se pueda los tiempos para alcanzar a recuperar las horas de clases, por lo tanto justo esa semana estábamos con muchas cosas. Aunque al comienzo me costó ponerme en contacto con la clase, concentrarme y ponerme en sintonía con lo que ocurriría en los próximos minutos.
Foto de la Feña
 Bueno, las palabras de mis compañeros me llegaron bastante, ya que es súper profundo y fuerte presentar a alguien frente a tus compañeros, distinto a un objeto o símbolo ya que puede llegar a ser mucho más emocional y de piel. Entonces uno como espectador se puede imaginar más concretamente lo que ellos cuentan, por lo que todo se vuelve más emocional. La mayoría de mis compañeros habló sobre sus hermanos, padres o abuelos, por lo que las historias que se dieron fueron muy familiares por lo que también se llegó a algo más íntimo de las historias de mis compañeros y pude conocerlos más. Son facetas que como he dicho antes no se ven diariamente, por lo que a veces sorprenden. Escuchar hablar de personas que son sus ejemplos, compañeros importantísimos de sus vidas, individuos que son tanto para ellos que son como son gracias a esas personas. Verlos emocionarse hasta las lágrimas por ellos llegó harto, compañeros que nunca los imaginé llorando, que hasta a mi me llegó a emocionar.
  Las historias eran muy distintas, cada uno viene de un lugar distinto de Chile, lugares tan pequeños como grandes ciudades, por lo que cada historia y persona era muy distinta de la otra. Quizás se habló de gente que ya no estaba, pero cómo podían seguir influyendo en la vida de mis compañeros y lo seguirán haciendo.
 Nuevamente pude vivir una experiencia distinta, y hacer una pequeña pausa para mirar de otra manera a la gente que veo todos los días, pero que últimamente no habíamos tenido esta oportunidad. Además de un cierre con todo el curso del ramo, pero queda otra parte que la de la entrega de los regalos creativos que será el verdadero cierre que tendré. 

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