Y aquí comienza la última entrada a este blog, en el cual
expresaré una reflexión sobre todo lo que fue este ramo y lo vivido en él.
Comenzamos en marzo, lleno de expectativas e incertidumbres de cómo sería, no
solo este ramo, sino esta nueva etapa de nuestras vidas que es entrar a la
universidad, por lo que las expectativas y dudas eran mayores.
Desde la primera
clase pude darme cuenta de que este ramo sería para desarrollarme
personalmente, ya que iban a hacer instantes para detenerme y pensar en mí, en
cosas que uno no piensa todos los días porque estamos inmersos en una vida muy
agitada, que va muy rápido y que si no te adecuas te quedas atrás.
Por otro lado, pude
desarrollar una parte creativa de mi, y que me di cuenta que serviría para mis
futuro y que me ayudarían a ser una mejor terapeuta.
Pude perder la
vergüenza frente a mis compañeros cuando nos pusimos a mover sin sentido
alguno, gritar lo que primero nos naciera y hasta tocar instrumentos que nunca
antes en la vida había tomado. Hacer mucho ruido para después juntarnos en
pequeños grupos para crear una melodía en común, improvisando muchos en cómo se
toca ese instrumento.
Mis compañeros
lograron sacarme lágrimas con sus testimonios, hablando de sus más íntimas
cosas y dándome la oportunidad de conocerlos de una manera distinta.
Yo me solté y lloré
frente a personas que hace tan poco vengo conociendo, pero que pudieron generar
un ambiente tan bueno, lleno de respeto y confianza que no me importó que me
vieran en uno de mis lados más “débil”.
Pude estrechar más
los lazos con mis amigas, estuvimos en un ambiente distinto al de las clases y
compartimos cosas que sin este ramo tal vez no hubiera compartido.
Igual es nostálgico
cerrar este ciclo, pero se que viene otro, lo que me emociona, porque podré
descubrir muchas más cosas de las que he descubierto ya estos meses.
Lo que más rescato de
este ramo es que sale de lo común de los otros, estar sentados con un cuaderno
y un lápiz no es lo que se vive aquí. No por eso es un ramo relajado que uno no
hace nada, sino que trabaja destrezas distintas que son igual de importantes
que saber todos los otras materias que tenemos. Además de aprender a vivir el
día a día, de preguntarnos todos los días cosas tan simples como qué persona es
muy importante para mi, qué fortalezas y debilidades tengo, cosas que uno
debiese preguntarse más de una vez al año.
Hoy puedo decir que
después de 5 meses, hoy soy un poco más terapeuta.
Agregar también una frase del poema de Pablo Neruda “QuedaProhibido”, que recordé después de esta reflexión final:
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
Queda prohibido no buscar tu felicidad
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
Queda prohibido no buscar tu felicidad
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.
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