sábado, 27 de abril de 2013

La Máscara


La Javi y yo con las máscaras
Marcando silueta de cabeza
Hoy fue una clase distinta, nuestros compañeros del otro grupo nos habían adelantado un poco lo que sería hacer máscaras pero fue una clase mucho más entretenida de lo que pensé. Pero primero la profesora nos dijo que nuestra compañera nos dibujara la silueta de nuestra cabeza hasta los hombros más o menos (luego yo se la dibujé a mi compañera). Después nos dijo que en cada parte en donde debiesen estar cosas importantes (ojos, boca, nariz, corazón, etc) escribiéramos lo que sentimos con ellas, pero todas estos sentimientos tenían que ser positivos. Una vez finalizada esa actividad procedimos a hacer las máscaras. Para muchos de mis compañeros era la primera vez que trabajaban con yeso, pero yo ya había tenido experiencia de hacer actividades parecidas a estas con este elemento. Yo trabajé con la Sofi Cerda, primero yo hice la máscara entonces ella se acostó en la mesa y luego de haber cortado el yeso en tiras, empecé a mojarlos y ponérselos en la caras (sin antes haber cubierto completamente su cara con vaselina). Poco a poco se fueron marcando sus rasgos, y se empezaba a formar la misma cara de la Sofi, pero en yeso. El proceso no tuvo mayores inconvenientes, sin embargo el gran desafío fue aguantarse la risa ya que cualquier movimiento podía alterar la forma. El trabajo es meticuloso, pero rápido porque el yeso se seca en pocos minutos y se pone duro. Esto me hizo imaginar lo que sería hacer una verdadera órtesis, para mis usuarios, en donde tengo que analizar su disfunción y así ayudarlo para que pueda realizar su vida de una manera independiente, y poder realizar ocupaciones de la manera mas fácil posible. También tengo que tener en cuenta los detalles de confección, ya que el trabajo tiene que estar lo más perfecto posible, porque el usuario va a hacer mucho uso de ella.
La Sofi haciendo mi máscara
 Después de que terminé con la Sofi, me tocaba a mi. Luego de tener mi cara lo bastante llena de vaselina para empezar, la Sofi comenzó a poner las tiras de yeso sobre mi cara. En un momento me dio un ataque de risa incontrolable, ya tenía prácticamente toda mi  cara con yeso, por suerte no le pasó nada a mi máscara. Junto a la Javi Madrid (que le estaba haciendo su máscara la Feña Riveros), que era la que tenía al lado, logramos que el tiempo de espera se hiciera más agradable y se nos ocurrió tararear cualquier tipo de canciones. Mientras nosotras dos tarareábamos, las que nos hacían las máscaras cantaban, fue un momento muy divertido.
 Finalmente vimos cómo nuestro trabajo dio frutos, y empezamos a comparar las caras que quedaron en el yeso y nuestras caras se ven realmente iguales. Los rasgos quedaron muy marcados. Lo que haremos en otra clase con las máscaras es pintarlas, en donde toda nuestra creatividad se pondrá a prueba, ya que no es mi fuerte ser creativa, pero tengo todas las ganas de desarrollarla, ya que tiene que es fundamental para el trabajo
¡RESULTADO FINAL!





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